Julieta Cazzucheli es originaria de Jujuy, una provincia que colinda con Chile y Bolivia, alejada de lo que comúnmente imaginamos cuando pensamos en Argentina, en Jujuy abundan los paisajes montañosos y la calma. Cuando se mudó a Tucumán para estudiar cine, comenzó a hacer cumbia bajo el proyecto Juli-K, de este no queda mucho, solo unos cuantos videos por ahí en Internet, tuvo que desaparecerla tras el desencanto que padeció ante la cumbia como negocio, después nació Cazzu.
Julieta llegó a Buenos Aires con 23 años de edad –ahora tiene 31–. Era el año 2017 y había una efervescencia importante en el trap latinoamericano, descendiente del hip hop del sur de Estados Unidos e influenciado por el reguetón. En Argentina, Neo Pistea, Duki y Blunted Vato llevaban tiempo explorando este sonido, todos son hombres.